La Armada española nace de la unión de las marinas de Marina de Castilla y de la Corona de Aragón
La marina de la Corona de Aragón, constituida principalmente por naves catalanas, es una marina de ámbito mediterránea, prefiere como buque de combate la galera y sus derivados, mientras que la marina castellana, atlántica, prefiere buques mancos, esto es, sin remos, con solo propulsión eólica.
Esta unión se produce en tiempos de los Reyes Católicos, siendo la primera campaña de Italia del Gran Capitán, en la que participan las galeras de Sicilia junto a naves cantábricas su primera operación de guerra.
En estos primeros tiempos, la marina de guerra española, al igual que en los demás países europeos (salvo Venecia),
no existía en el sentido que la entendemos hoy, esto es, formada por
barcos pertenecientes al Estado y especialmente hechos para la guerra.
Debido a los corsarios y a las inseguridades de la navegación, todos los barcos llevaban cañones
y armas. Cuando eran requeridos por el rey para la guerra, cambiaban
las cargas comerciales por cargas militares, y sus armadores y
tripulantes pasaban a ser pagados por la corona.
Además de los buques mercantes militarizados, también había particulares que armaban flotillas de combate, dedicándose al corso hasta que el rey solicitaba sus servicios.
El rey nombraba los mandos de las escuadras así formadas, en las que
embarcaban sus tropas. El combate naval de la época difería poco del
terrestre, ya que se buscaba el abordaje y el combate cuerpo a cuerpo,
haciendo relativamente poco uso de la artillería.
Se pierda interés en las galeras (que luego se recuperará) en
beneficio de naos, carracas y carabelas. A finales del reinado de los
Reyes católicos, sólo quedaban 4 galeras en la guarda de la costa de
Granada para apoyar a las demás naves en verano.
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Deja tu comentario ¿te gusta el ejercito?